Como cantaba Mercedes Sosa. Hace unos días me emocionaba darme cuenta de que un árbol algo raquítico que tengo delante de la oficina se estaba empezando a llenar de florecitas blanquecinas. Ahora acabo de ver que ya no están, no queda ni una. Pero no puedo entristecerme, porque han dado paso a un montón de hojitas de color granate oscuro. Es el mismo árbol, el seco y frágil de hace unos meses y el florido de hace unas semanas. Ahora parece más grande, transmite fuerza, y su color intenso hace que se me vaya la vista hacia él. ¿También dará frutos? Tengo que mirarlo en google.
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Efímero como la flor de los prunus.
ResponderEliminarUn besico.