miércoles, 31 de marzo de 2010

SILENCIOS

Desde siempre me gustan los silencios. Pero no todos. Me da paz el de la soledad buscada, campo abierto y brisa, hierba verde y sol. O el de sofá, mantita y libro. Me gusta estar en silencio cuando viajo con mi mente hacia lugares y situaciones con las que suelo soñar.
Y luego está mi favorito. El que está lleno de palabras no dichas, el que juega con una caricia y una mirada sonriente y directa. El que te sacude por dentro, te asusta y te hace feliz a partes iguales.
Reconozco que me incomoda el de no saber qué decir ante un recién conocido. Y me angustia el que percibo contenido para evitar el conflicto. Durante un tiempo demasiado largo viví una gran cantidad de silencios tristes, vacíos, los que nacen de la ausencia. Una ausencia dura porque la otra persona está ahí, a medio metro, pero ni siquiera te ve. Y evidentemente ya no tiene nada que decirte.
Éste no, nunca. No quiero volver a vivirlo. Cruzo los dedos.

3 comentarios:

  1. ¡Felicidades! por todos y cada uno de las perlas que nos ofreces. Yo soy nula intentando explicar sentimientos por escrito, pero me he acostumbrado a leer los tuyos y ... me dan fuerza muchísimas veces.
    Gracias

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  2. Madre mía, perlas... muchísimas gracias, me alegro de que te guste. Inténtalo, es muy liberador (y por lo que has escrito veo que te expresas perfectamente :D) . Un abrazo

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  3. Silencios, ángel, final... No vuelvas a sentir esos últimos silencios de los que hablas y si vuelves a sentirlos no dudes, a la primera pon remedio. DIA

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