domingo, 7 de febrero de 2010

TELÉFONO ROTO

Era como jugar al teléfono roto. En el camino pasaron tantas cosas.... ella tuvo una bonita idea, pero pasó primero por el filtro de su corazón, después se mezcló con sus miedos, sus prejuicios, sus inseguridades. Cuando llegó a su boca salieron otras palabras, no exactamente las que había pensado y sentido, ni siquiera las que ya estaban censuradas por sus propias limitaciones, porque además las había transformado casi sin querer, creyendo intuir lo que él pensaría cuando las escuchara. Además lo dijo tan bajito que él entendió otra cosa.
Algo receloso, él la miró a los ojos y le pareció leer en ellos algo más, pero sus propios miedos enturbiaron el mensaje. Su respuesta, antes de que ella pudiera oirla, también recorrió un largo trecho.
Al final, el desencuentro.

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